Brasilia, 1 oct (Prensa Latina) El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió hoy el alta médica y abandonó el capitalino hospital Sirio-Libanés, donde se sometió el viernes a una cirugía para aliviar dolores en la cadera, informaron fuentes médicas.
Un reporte clínico del centro sanitario, emitido en horas matutinas, indicó que Lula «caminó, subió y descendió escaleras, con asistencia fisioterapéutica».
Precisó que, por su secuencia de recuperación, los médicos Roberto Kalil Filho, Ana Helena Germoglio y Giancarlo Cavalli Polesello, responsables por el cuidado del gobernante, evaluaban la posibilidad de dar alta este domingo, lo que realmente sucedió.
Según el ortopédico que le operó, Cavalli Polesello, el exdirigente obrero no podrá estar mucho tiempo de pie y tendrá que usar un andador en las primeras semanas de recuperación, ante la posibilidad de afectación de su equilibrio.
El fundador del Partido de los Trabajadores enfrentó dos procedimientos quirúrgicos el 29 de septiembre. El principal de ellos fue una artroplastia total de cadera (lado derecho), para aliviar dolores provocados por la artrosis, además de la corrección de deformidades y la recuperación del movimiento de la articulación.
La cirugía, en la práctica, sustituyó la articulación enferma en el encaje de la pierna con la pelvis por una prótesis artificial.
En la operación, la cabeza del fémur y el acetábulo fueron reemplazados por implantes de cerámica. Para eso, fue necesario cortar parte del hueso para instalar la prótesis.
Lula fue entubado y recibió anestesia general en función de la complejidad de la intervención, considerada invasiva.
Otra cirugía fue la blefaroplastia (operación que extirpa el exceso de piel de los párpados), la cual no fue comunicada previamente por la Presidencia de la República.
«Mi cirugía es solo para cuidar mi salud, quiero volver a jugar pelota (fútbol), quiero volver a correr, quiero volver a la caminadora, quiero volver a la gimnasia. Y tengo dolores desde agosto del año pasado, dolores al dormir, dolores al levantarme, al sentarme, al estar de pie», explicó recientemente el extornero mecánico.
El ministro brasileño de Comunicación Social, Paulo Pimenta, informó también hace unos días que, después de la operación, el exsindicalista necesitará de seis a ocho semanas de recuperación, durante las cuales hará teletrabajo desde el Palacio de la Alvorada (residencia oficial de los mandatarios en Brasilia).
Por esa condición no precisó delegar responsabilidades en el vicepresidente Geraldo Alckmin.